Encaminarnos hacia nuevas experiencias siempre asusta un poco, pero enriquece nuestro trayecto por la vida.
Conocer nuevos rostros, hacer nuevos amigos, aprender de otras culturas nos enseña algo importante y que no debemos olvidar: Nuestras raíces deben permanecer siempre y debemos enarbolar nuestra bandera en cada terruño que pisemos.
Dejar un buen sabor dominicano en tierras extranjeras y en su gente, debe ser siempre un norte a seguir.
La distancia se convierte en cómplice de momentos emocionales que nos dirigen a extrañar hasta lo que muchas veces rechazamos: EL CALOR, LOS CARRITOS PUBLICOS, LOS RUIDOS, A LA VECINA CHISMOSA, LOS PLEITOS DE HERMANOS J, LA CANTALETA DE LA MADRE DE QUE NO LLEGUES TARDE A LA CASA, etc.
Siempre es bueno experimentar nuevos horizontes, no desperdiciemos las grandes oportunidades que nos ofrece la vida, todo tiene un momento y un lugar y hay que saber aprovechar las situaciones que se presentan para nuestro bien.
Si es tu caso, ponte positiva (o) y en hora buena sácale el mejor provecho.
Adelaida Martínez R.
Periodista
Adelaida Martínez R.
Periodista