El poder de lo que sientes y de lo que piensas se manifiesta en tu cotidianidad. Si estás triste internamente, a tu vida solo traerás tristeza; si estás alegre, atraerás alegría; si estás molesto en tus adentros, tu día estará copado de cosas irritantes y de personas molestas y negativas; en fin, LO QUE HAY QUE PROCURAR, es que TU MUNDO INTERNO, esté sano emocionalmente y lo recargues de cosas positivas…
Empero, siempre habrá ocasiones en los que se asome un momento de angustia y de situaciones que a veces se escapan y se quieren colocar en ti, en tus adentros… la solución es notarlo y sustituir estas emociones por algo más fructífero como LA CHISPA DEL ENCANTO DE SENTIRSE VIVO, alegre, sano, agradecido, ENTUSIASTA, pase lo que pase.
Todo tiene su conexión.
Analiza bien por qué te ocurren ciertas cosas que no quisieras ver en tu vida: Como un disgusto, amores reincidentes que no te aportan nada, una discusión con el vecino, un mal entendido con un compañero de trabajo, un chisme mal intencionado… cada acción mencionada tiene una respuesta a algo que has construido, quizás sin darte cuenta.
A los corazones de buena voluntad, Dios y la vida misma se encarga de premiarles y por más obstáculos que se presenten, para ellos siempre serán ligeros nubarrones en el camino. De hecho, el que nada debe y es desprendido, no sólo con lo material sino también con los afectos y las emociones en su justa medida, tiene un trayecto de satisfacción garantizado, porque sus acciones han construido todo eso.
Hagamos un ejercicio:
Que lo que salga de nuestra boca, sea para construir, no para dañar; que lo que pensemos sea para edificar, no para destruir; que lo que hagamos, sea para ayudar, no para perseguir un interés material; que lo que hablemos sea edificante, no hiriente; que lo que discutamos, sea un debate para aprender, no para minimizar a nadie; que los favores que hagamos, no esperen devolución alguna, sino que sea una acción desinteresada; y que entendamos, que dar sin esperar es la verdadera acción vista ante los ojos de Dios.
Un abrazo
Adelaida Martínez R.