Pensar es bueno... depurar nuestras ideas y sacar la mejor parte... es aun mejor...
Pensar mucho no es perjudicial, al contrario nos ayuda a mantener el cerebro activo. Ahora bien, hay que tener cierto cuidado con lo que pensamos, porque todo lo que llega a la mente no siempre es saludable.
Cuando tus pensamientos se remiten a situaciones agradables, eso lo reflejas en el rostro. Un ejemplo es cuando te sonríes a medias si a tu mente llega alguna travesura de la cual formaste parte.
Muy al contrario, si te prestas a enfocarte en momentos desagradables, esto influirá en tu estado de ánimo, en tu postura y en tu ambiente de una manera negativa.
Pensar en cosas agradables, contribuye a Lucir un rostro lleno de armonía ante los demás y a tener un estado físico equilibrado.
Suelo utilizar mucho el “deja que las cosas fluyan”, porque de qué sirve quejarnos o enfocarnos en algo que no nos favorece, si al final está ahí y es algo por lo que debemos pasar… evolucionar al respecto… asumir el aprendizaje… Y LISTO… no te vuelvas loco (a)---
Att.
Adelaida Martínez
Un abrazo
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