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jueves, 31 de julio de 2014

El miedo al cambio nos impide avanzar

Hay tiempos en los que pasan por nuestras vidas muchas cosas que saboreamos y cuando nos aburrimos por no innovar, las descuidamos y dejamos pasar… mandando el mensaje de que todo nos da igual. La burbuja en la que vivimos nos resulta tan cómoda, que no queremos correr el riesgo de pasar a otro nivel.
 
Ese tiempo se caracteriza por el miedo al compromiso y a la responsabilidad… pero sobre todo, por la resistencia a madurar y a entender que la alarma se ha encendido, y preferimos presionar el botón de apagar para seguir en un estado eterno en el que ya no tenemos la misma fuerza ni el mismo ímpetu de una época que ya pasó.
Cuánto nos asusta “cambiar”, pero los resultados en muchas situaciones nos indican que cuando nos atrevemos, es muy difícil que haya arrepentimiento, y es que se siente bien apreciar que tuvimos el valor de emprender un nuevo camino que nos sacó de la monotonía y el estancamiento… Sí, es difícil decidirse a dar el paso, pero reconforta cuando se hace.
Hay que tener cuidado con acomodarnos demasiado al presente monótono… corremos el riesgo de que el tiempo nos pase por el lado y cuando se quiera recapacitar, ya hemos dejado pasar muchas cosas que tuvieron su valor, perdiendo las oportunidades que se presentaron y no supimos apreciar.
El miedo al cambio nos impide avanzar; nos impide disfrutar de nuevos caminos, de conocer otras dimensiones en todo el sentido de la palabra. Si nos enfrascamos en una quejadera constante y no hacemos nada por remediar el presente que aturde, estamos condenados al estancamiento y enfrascados en el dilema de dar o no el paso.
Hay que analizar el presente cuando este no nos proporciona satisfacción y en vez de eso nos agota hasta pensar en él… nada mejor que hacer lo que nos gusta y enfocarnos en conseguirlo.
Atreverse al cambio cuando es necesario, puede ser oportuno y la respuesta a tus miedos… porque si no lo intentas, nunca lo sabrás.
 
Un abrazo...
AMR