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martes, 1 de febrero de 2011

Arrogante y Prepotente no es lo mismo


Sosteniendo una conversación amena entre tragos y una cena criolla, se soltó esta frase: “Arrogante y Prepotente no es lo mismo” que ciertamente tiene mucho sentido, pero que por desconocimiento e ignorancia muchos suelen utilizarla como si una palabra fuera el sinónimo de la otra.

Al hablar de arrogancia, hablamos de altivez, de presunción, de jactancia, petulancia e incluso hasta de un ser engreído y soberbio. Generalmente la sociedad no mira con buenos ojos a este segmento, caen pesados como una piedra y amargos cual hiel que daña el más dulce néctar.

Sin embargo, el prepotente, es aquel que se siente poderoso y superior. Muchos líderes han de poseer un cierto grado de esta condición, no es mala, siempre y cuando el amor propio no se eleve tan alto como el precio del petróleo en estos días.

Desterremos todo tipo de Arrogancia, porque podemos dañar emocionalmente a un tercero e incluso a alguien que amemos. Pero también cuidado con la prepotencia, es cierto que una pequeña dosis no hace daño, al contrario, contribuye a la seguridad con la que a veces es necesario enfrentar abusos en el ámbito laboral e incluso el familiar.

Analiza cuál de las dos cualidades las conviertes en defectos. Todo puede aplicarse, pero en su justa medida… pero por favor… que la primera sea en su mínima expresión.

Y recuerda, que tu accionar contribuya al respeto hacia tu persona, no al miedo hacia ti.

Un Abrazo,

Adelaida Martínez Rosario

Bienvenido 2011

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