
Nuestro interior es como ese lugar en donde guardamos todo lo que necesitamos usar en casa en materia de alimentos y otros enceres. Cuando se tiene un altercado fuerte, débil o moderado con alguien cercano o distante, la sensación de malestar ocupa un lugar allí que produce muchas cosas negativas: predisposición hacia esa persona, aislamiento cuando está presente y en definitiva… una situación muy incómoda que no terminará hasta que no la saquemos del baúl.
Cuando la despensa de tu casa está repleta, puedes observar que mientras se utilizan las cosas grado a grado, poco a poco se va liberando espacio y se renueva más tarde de cosas frescas. Es importante que no dejes por mucho tiempo artículos que llenen el ambiente de bichos y mal olor.
Hay cosas que podemos conservar: Los buenos recuerdos y momentos felices que nos impulsan a ser mejores y a vivir el día a día son un ejemplo, pero otras cosas ameritan ser sacadas de inmediato o en un tiempo prudente de nuestro espacio, si dejamos que se quede allí por mucho tiempo, puede dañar nuestro ambiente y entorpecer nuestro desenvolvimiento a diario.
No almacenes lo negativo, las palabras que esa persona te dijo quizás en un momento de estrés o desasosiego. No guardes lo que te resta como ser humano, porque no vale la pena pensar en algo que pueda desequilibrarte en alguna medida.
Hay distintas formas de sacar esas cosas que van en perjuicio de tu armonía: escríbelas, dilas, confiésalas, PERO POR FAVOR… NO LAS ALMACENES…
UN ABRAZO!!!!
ADELAIDA MARTINEZ R.
PERIODISTA
UN ABRAZO!!!!
ADELAIDA MARTINEZ R.
PERIODISTA