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domingo, 7 de octubre de 2007

LO QUE GANAMOS CON LA VERDAD!!!


Estos son algunos de los elementos que ganamos al ser seres sinceros ante la vida y ante nuestros semejantes.


Respeto
Admiración
Valoración
Estima

Qué es la sinceridad? Es ser transparentes ante cualquier situación y en cualquier tipo de relación. La Sinceridad, como los demás valores, no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir para ser amigo y tener amigos de verdad, pero sobre todo para ser dignos de confianza. La Sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por la actitud que mantienen en todo momento, basada en la verdad de sus palabras y acciones.

Siempre he citado ¨La verdad ante todo¨, aunque la misma duela en el momento pero se agradece con el tiempo la honestidad y el hecho de que no hayan querido ilusionarnos o no hacernos daño con la realidad de X situación.

No todo esta en la palabra, también se puede ver la Sinceridad en nuestras actitudes. Cuando aparentamos lo que no somos, (normalmente es según el propósito que se persiga: trabajo, amistad, negocios, círculo social...), se tiene la tendencia a mostrar una personalidad ficticia: inteligentes, simpáticos, educados, de buenas costumbres... En este momento viene a nuestra mente el viejo refrán que dice: "dime de que presumes... y te diré de que careces"; gran desilusión causa el descubrir a la persona como era en la realidad, alguna vez hemos dicho o escuchado: "no era como yo pensaba", "creí que era diferente", "si fuese sincero, otra cosa sería"... Cabe enfatizar que "decir" la verdad es una parte de la Sinceridad, pero también "actuar" conforme a la verdad, es requisito indispensable.

Para ser sincero también se requiere "tacto", esto no significa encubrir la verdad o ser vagos al decir las cosas. Cuando debemos decirle a una persona algo que particularmente puede incomodarla (pensemos en cosas como: su modo de vestir, mejorar su lenguaje, el trato con los demás o la manera de hacer y terminar mejor su trabajo), primeramente debemos ser conscientes que el propósito es "ayudar" o lo que es lo mismo, no hacerlo por disgusto, enojo o porque "nos cae mal"; enseguida encontrar el momento y lugar oportunos, esto último garantiza que la persona nos escuchará y descubrirá nuestra buena intención de ayudarle a mejorar.

La persona sincera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Vernos sorprendidos en la mentira es más vergonzoso.

Al ser sinceros aseguramos la amistad, somos honestos con los demás y con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la veracidad que hay en nuestra conducta y nuestras palabras. A medida que pasa el tiempo, esta norma se debe convertir en una forma de vida, una manera de ser confiables en todo lugar y circunstancia.

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