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martes, 16 de octubre de 2007

No tan a prisa, que te atragantas

Conozco a mucho gente que anda en aceleritis al 100%. Todo en la vida lo hacen como si el tiempo fuera un limitante en su cotidianidad, como si tuviesen colocadas 100 turbinas para un despegue más efectivo según sus prioridades.

Cuando era niña, solía jugar con mis primos en el gran patio de los abuelos, Ah!!! aquellos tiempos, tan diferentes a los de hoy; teníamos un gran espacio, construiamos un hospital con sabanas y lo que apareciera, cada quien desempeñaba un rol (Paciente, doctor, enfermera, recepcionista) en fin... los niños disfrutan de esos momentos para interactuar entre ellos asumiendo el papel de adultos, pero con la diferencia de que ellos disfrutan del tiempo sin mirar las manecillas del reloj, a menos que Papá o mamá terminaran con la obra y los hicieran recoger todo porque la noche se acercaba o porque tenían que cumplir con sus tareas.
Que pena que al pasar el tiempo, especialmente los que tenemos una carrera que nos obliga a reducir el tiempo al máximo, dejamos de valorar y apreciar los pequeños detalles que nos reconfirman la parte humana: compartir con la familia; disfrutar de una película; dejar que nuestra pareja forme parte de nuestras actividades sin ser egoístas y creernos perseguidos; llamar a nuestros amigos más cercanos y compartir un momento con ellos como solíamos hacerlo; visitar a los abuelos que tan adorables son con los nietos; pero sobre todo disfrutar de las cosas sin prisa por más sencillas que nos parezcan.

Ir despacio por los caminos conlleva a desarrollar la paciencia, virtud que no muchos poseen, y que por fortuna aquellos que practican la misma, no mueren de infartos ni sufren de úlcera ni enfermedades estomacales y algo muy importante... llevan y reflejan armonía y paz en donde se estén.

Ir a prisa conlleva no disfrutar de la sonrisa del que va a nuestro lado, no apreciar los regalos de la divinidad, no apreciarnos a nosotros mismos porque sin darnos cuenta estamos acabando con nuestra existencia y lo peor es que estamos angustiando a los que nos quieren.

Pero todo requiere de un equilibrio, no tan despacio porque se nos puede ir el tren, sino procurar salir a tiempo para que no lleguemos agitados y NO TAN APRISA porque podemos atragantarnos en el camino y la cosa se pondrá peor para nosotros y para los que estén cerca...

Disfruta de tu vida y haz que tus seres queridos disfruten de tus logros pero compartidos.

1 comentario:

Ramielys Mejía dijo...

Saludossss!!!

Lindos Tiempos esos, pero con el ritmo de vida.. que llevamos, buenooooooo ya es dificil hasta sentarse a ver la puesa o salida del sol xq tenemos q salir corriendo para el trabajo o llegamos explotao de el... pero weno, depende de nosotros sacar el tiempo.. para valorar esas cosas tan bonitas!!!!

Ay q Vivir la vidaa!!!

Saludossss!!!!